viernes, 28 de diciembre de 2007

Elementos

Ya hemos visto someramente el origen de estos elementos asi como el origen etimológico de la palabra "peirón". Vamos a ver también de las partes de que consta.
Con este nombre –peirón o pairón– podemos decir sin temor a equivocarnos que se reconoce a una figura arquitectónica de pequeñas dimensiones, en forma de pilar, columna u obelisco de sección cuadrada (prisma y paralelepípedo), raramente circular –más propia ésta de la zona del Jiloca que llegan a estar por sus características de construcción más cerca del crucero o, al menos, de su transición artística y posiblemente del antiguo rollo jurisdiccional– y muy raramente octogonal, por lo contrario no debe extrañarnos el encontrarlos con una composición mixta en la que se alternan varias de estas formas.

Construcciones de piedra, ladrillo y mixta, mayormente revocadas con cal o yeso, de forma prismática –ya he apuntado otras posibles formas– y de 2 a 3 m. de altura, aunque podemos verlos llegar a los 5 m. e incluso sobrepasar los 7 m., y de un grosor que va desde los 30 a los 60 cm. de lado o de diámetro –también en este caso podemos verlos llegar a 1 metro de anchura.

Generalmente se levantaron de cuatro cuerpos (no necesariamente bien diferenciados o con separación entre ellos, labor que se encarga generalmente a sendas cornisas más o menos ornadas): están emplazados sobre una grada cuadrada de piedra –raramente circular y extrañamente octogonal– de uno o varios escalones concéntricos desiguales; sobre ella, apea una basa o plinto que puede carecer de ornamentación o tenerla bellamente labrada e incluso con inscripción relativa a la data del peirón, sustenta el cuerpo más esbelto; el tronco, culminado éste en su tramo más alto por el cuerpo superior; el edículo, baldaquino o cabecero, abierto a una o varias caras por una sencilla capilla u hornacina donde se guarda, en el mejor de los casos, la imagen a cuya advocación se ha erigido o se encomienda el lugar y el camino. Si el peirón es votivo o dedicado al fallecimiento de algún familiar, dentro de la capilla encontraremos un recordatorio (que puede llegar a ser muy historiado) en baldosín o azulejo de cerámica, de chapa esmaltada o un ingenuo recordatorio y plegaria a las Ánimas. El cimacio de coronación o cubierta, que siempre pertenece al cuerpo del edículo, acostumbra a ser un tejadillo o chapitel a dos o cuatro vertientes si el peirón es prismático, o cónico si éste es cilíndrico, suelen ser planos o con teja.
Igualmente, es frecuente –sobre todo, en las comarcas de Calatayud y Calamocha o el Señorío de Molina, en Guadalajara– que el cimacio esté formado por varias molduras superpuesta y culminadas por una pieza cónica, piramidal o bola, en cuya cumbrera se coloca como remate una cruz de hierro.

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